Desde el Parlamento Europeo se anuncia que en breve se llegará a un acuerdo con la Comisión Europea y el Consejo acerca del registro europeo de datos de pasajeros aéreos. El Parlamento ha afirmado así mismo que espera que los Estados miembros acepten su nueva propuesta referente a acortar el periodo de conservación de estos datos.
Este recorte en la cantidad de tiempo que se pueden guardar los datos es producto de una nueva ronda de reuniones entre miembros del Comité de Representantes de la Unión Europea. En concreto, se pretende que el plazo máximo de conservación sea de 6 meses.
El principal objetivo que se ha marcado a la hora de mantener datos de pasajeros es su utilización como elemento de lucha contra el terrorismo así como contra la criminalidad internacional. La opinión del consejo es que estos datos debieran poder ser guardados durante incluso 9 meses. Esos 3 meses de diferencia es lo que se espera que en un breve plazo se llegue a un acuerdo.
En cualquier caso en el momento en el que se consiga el acuerdo, su efectividad no será inmediata, ya que los Estados miembros disponen de un plazo de 2 años para llevar este acuerdo hasta sus legislaciones nacionales.
¿Qué clase de datos se recogen en estos registros?
El registro europeo de datos de pasajeros aéreos recoge información proporcionada por los propios pasajeros de forma que está aún no está verificada y que su vez recoger y conservar las compañías aéreas. Dentro de estos datos encontrados los normales en la navegación aérea como nombre del pasajero, fecha del vuelo, itinerario, y el resto de informaciones anejas normalmente a un billete de avión
Según la Unión Europea la recopilación de esta información es necesario en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada así como contra el tráfico de drogas y la trata de seres humanos. Esta necesidad surge del hecho de que a día de hoy, casi todos la delincuencia internacional, se mueve a lo largo de varios países, utilizando para ello lógicamente el acceso a líneas aéreas. Son muchas las voces que se han alzado contra este tipo de registros. El argumento más comúnmente utilizado, es que este registro limitan las libertades y es un peligro respecto a la confidencialidad y al derecho a la intimidad de las personas, en realidad su utilidad en la lucha contra el terrorismo es más que discutible y poco efectiva.
En este intento de equilibrio entre seguridad y privacidad es en el que se van a mover estas negociaciones durante las próximas semanas.