Cómo capturar un cisne negro

 Según Nassim Nicholas Taleb, un cisne negro es un evento imprevisible y que tiene un gran impacto. Por ejemplo, cisnes negros fueron la crisis del 2007 o la bajada espectacular del precio del petróleo que disfrutamos ahora. Vale, ya sé que alguno estará pensando “pero si eso ya se venía venir”. Aunque algunas personas fueran capaces de pronosticar estos eventos a casi todos (incluidos casi todos los expertos) les pillaron de sorpresa. De hecho, una de las características de los cisnes negros es que se racionalizan a posteriori para hacerlos explicables y predecibles.

Esto podría no ser más que una curiosidad intelectual, pero tiene importancia en nuestras vidas, y más si tienes inquietudes emprendedoras.

Dejemos a Taleb por un momento, y hablemos de ti.


Se ha acabado el mes de enero, ¿qué ha sido de tus propósitos? Si eres como la inmensa mayoría, a estas alturas ya estás fumando como en Diciembre, tus esfuerzos por mejorar tu inglés se desvanecieron la tercera vez que intentaste ver una película en versión original y te quedaste dormido, hace dos semanas que no vas al gimnasio y ayer volviste a desayunar un bollo con el café en lugar de la manzana que ya ni te acuerdas de llevar al trabajo.

No pasa nada. En lugar de estresarte por tus objetivos incumplidos, te doy permiso para perdonarte a ti mismo y olvidarlos. A cambio de que pongas en marcha al menos un sistema.

La idea de los sistemas no es mía, es de Scott Adams, el autor de Dilbert, que la expone en su libro Cómo fracasar en casi todo y aún así triunfar.

Por explicarlo sucintamente: la idea es que un sistema no tiene un objetivo definido como lo tiene un propósito. No te planteas “adelgazar diez kilos” o “facturar mil euros al mes con mi página web”. Al crear un sistema lo que haces es aumentar las probabilidades de que pase algo positivo en tu vida, o al menos en el ámbito de ese sistema. La gracia es que no sabes de antemano qué es lo que va a pasar. No sabes si vas a conseguir adelgazar esos diez kilos o facturar esos mil euros. Pero sabes que algo bueno va a suceder.

Es la diferencia entre salir a navegar buscando a Moby Dick o lanzar una red en una zona con pesca abundante. Lo primero es un objetivo, que tiende a acabar mal, como podría explicarte Ishmael. En lo segundo tal vez no sepas si vas a capturar merluza o bacalao, pero si lo haces durante un tiempo, sabes que acabarás con algo que llevar al mercado.

Lo cual nos lleva de nuevo a Taleb. Porque la mejor forma de capturar un cisne negro es precisamente crear un sistema que permita que alguno caiga en tus redes. De hecho, Taleb propone que dediques un 80% de tu tiempo o esfuerzo a propósitos que tienen un rendimiento predecible (lo que implica que no sufrirás grandes pérdidas pero tampoco obtendrás grandes ingresos) y un 20% a propósitos arriesgados en los que puedes obtener grandes beneficios cuando menos lo esperes (el cisne negro) a pesar de que la mayor parte del tiempo no reporten ningún beneficio. Vale como estrategia para invertir (Taleb fue analista de mercados) y vale como estrategia para crear negocios.

Así que crear un negocio paralelo cuando tienes un trabajo “formal” es un sistema, y un sistema que te permite capturar un cisne negro. Lo más probable es que esos negocios paralelos fracasen, o te aporten apenas unos pocos ingresos, pero si sucede lo improbable y uno de ellos es “un pelotazo” podrás aprovecharlo. Otra forma de abordar esto, si no tienes un trabajo estable pero quieres crear un negocio escalable, es dedicar parte de tu tiempo a tareas “aburridas” pero rentables como dar clases o vender tus servicios a clientes. Con eso pagas las facturas, y siempre que dejes unas horas cada semana para trabajar en tus proyectos sigue siendo posible que captures a un cisne negro.

En cualquier caso, probar una idea de negocio tras otra es otro sistema que hará más probable que algún cisne negro caiga en tus redes. Scott Adams explica en su libro que él ha intentado más de treinta negocios y ha fracasado la inmensa mayoría de ellos. El propio cómic de Dilbert (que le ha hecho ganar, como él dice, más dinero del que va a gastar hasta que se muera) es en gran medida el resultado de una carrera profesional mediocre como empleado de banca y de una gran empresa. Mientras no te dejes la piel en cada idea, y seas capaz de abandonarla sin mucho coste y pasar rápidamente a la siguiente, acabarás encontrando que alguna de esas ideas es el cisne negro que puede cambiar tu vida.

Por si todavía estás avergonzado de haber abandonado tus propósitos de año nuevo, te propongo aquí cuatro sistemas que puedes poner en marcha ahora mismo. Elige el que mejor te suene para tu situación particular, y ponte a ello. Si quieres desarrollar más de uno, te recomiendo que esperes un mes hasta que el primer sistema se haya convertido en un hábito, porque empezar con varios cambios radicales a la vez es una de las causas de que ninguno de ellos arraigue.

El sistema para generar más y mejores ideas

Esto tampoco es idea mía, es de James Altucher, pero si quieres que tu cerebro funcione más y mejor te lo recomiendo encarecidamente. Básicamente, de lo que se trata es de coger un cuaderno (Altucher recomienda una libreta de las que usan los camareros para anotar las comandas) y escribir cada día diez ideas. Da igual que sean malas. Si escribes cada días diez ideas sobre el tema que sea (puede ser un tema diferente cada día), tu creatividad se va a desarrollar con total seguridad, y entre los cientos o miles de ideas puedes dar con una que se convierta en un cisne negro.

El sistema para mejorar tu salud

Ya estamos de acuerdo en que el propósito “quiero adelgazar diez kilos” suele acabar en fracaso. Pero crear un sistema que mejore tu salud te va a reportar beneficios seguros y tal vez alguno insospechado. Lo que te propongo es que hagas alguna de estas cosas:

  • Dormir al menos siete horas cada día, a ser posible ocho.
  • Comer la menor cantidad de hidratos de carbono (azúcar, refrescos, harina, cereales, patatas) posible. Si comes cereales, que sean integrales. Si no tienes alimentos precocinados repletos de hidratos de carbono en casa, no serán tu opción por defecto a la hora de decidir qué comes. (Como nos decían los curas en el colegio, quien evita la ocasión evita el pecado)
  • Cocinar el fin de semana algo sano, que incluya verduras, dividirlo en porciones y guardarlo en contenedores. Así comer cocina casera y sana es una opción tan fácil como calentar un alimento precocinado y más fácil aún que pedir una pizza.
  • Caminar al menos media hora al día a buen paso.

Como ves, son todas cosas que puedes hacer sin gastar dinero extra, sin apuntarte en ningún gimnasio ni comprar equipamiento.

El sistema para conocer a más personas

Dedica un rato a hablar con una persona desconocida cada semana, o cuatro al mes. La mejor forma de hacer esto es apuntarte a algún evento de networking. Tal vez haya un Meetup en tu ciudad con un tema que te interese (y si no, puedes crearlo tú). También puedes tomarte un café con algún compañero de trabajo, o tirar de tus contactos de LinkedIn, o lo que se te ocurra.

El caso es que si haces el esfuerzo de conocer gente nueva cada semana (o varios cada mes), te van a pasar cosas buenas. El sistema hace que mejores tus habilidades sociales, que te diviertas, que descubras gente interesante con ideas interesantes, pero también te abre a la posibilidad de que una de esas personas a las que conozcas sea el cisne negro que tiene la clave para convertir tu empresa en un éxito.

El sistema para mejorar tu creatividad

Puedes pensar que la creatividad de un cómico como Jerry Seinfeld para generar nuevos gags es algo que no puede sistematizarse, pero te equivocas. De hecho, Seinfeld utiliza un sistema para mejorar su creatividad y generar ideas más divertidas: escribir un gag cada día.

Si haces un dibujo cada día, o una fotografía cada día, o escribes mil palabras cada día, tienes un sistema que te hará mejor. Y de nuevo, lanzas las redes para capturar a un cisne negro, si uno de esos dibujos o textos o lo que sea resultar serlo.