La gente no compra cosas, compra sentimientos

Pero la mayor parte de nuestro marketing se centra en la razón, no en la emoción.

Es porque creemos que los humanos principalmente toman decisiones de compra basadas en razones.

Investigué cuán cierto es esto; aquí hay algunos datos interesantes para los especialistas en marketing.


El 95% de nuestras decisiones de compra se toman de forma inconsciente

Pero no sabemos que estamos tomando decisiones emocionales.

Nuestra mente consciente inventa razones para justificar nuestras decisiones inconscientes.

Las historias de clientes ayudan a los clientes a "sentir" lo que es beneficiarse de su producto.

La heurística de la familiaridad

Nuestros cerebros asumen automáticamente que si hemos encontrado algo antes, es probable que sea seguro.

Significa que las personas se inclinan por las marcas de las que han oído hablar antes.

Cree un marketing que se convierta en una parte habitual de la vida de su audiencia.


Necesitamos emoción para tomar decisiones

Un estudio de pacientes cuya respuesta emocional se vio afectada por el daño cerebral mostró que esos mismos pacientes tenían dificultades para tomar decisiones.

La emoción intenta empujarnos en la dirección correcta.

El marketing necesita emoción y razón

Las emociones son más rápidas que la razón.

Procesamos las emociones más rápido que la razón y resuena más fuerte en nuestro cerebro.

Las emociones se procesan en una quinta parte del tiempo que lo hace la razón.

El marketing que conecta emocionalmente se entiende más rápido y deja una impresión duradera.

Una venta compleja debe apelar a la intuición de una persona

Nuestra mente consciente solo puede procesar 3-4 nuevas piezas de información debido a la limitación de nuestra memoria de trabajo.

En el caso de productos complejos, los compradores pueden sentirse abrumados por la información, por lo que vuelven a su inconsciente.


Los dejo con una cita del neurocientífico Antonio Damasio:

"No somos máquinas pensantes que sienten; somos máquinas sentimentales que piensan. Estamos orgullosos de nuestra capacidad de pensar, pero el hecho es que nuestro cerebro se ha basado en el instinto durante millones de años ".